Las elecciones autonómicas y municipales del 28 M han supuesto un cambio de tendencia en muchos municipios del país, y en Extremadura no se es una excepción. Nuestra comunidad ha sido históricamente, feudo socialista, y aunque el PSOE ha sido la lista más votada, no consigue mayoría suficiente para gobernar.
El partido, representado en la comunidad por María Guardiola, empató a 28 escaños, aunque obtuvo menor número de votos. Pero el panorama es ciertamente complejo, ya que los otros dos partidos que obtuvieron representación, Vox y Podemos, alcanzaron cinco y cuatro escaños, respectivamente.
El posible panorama político en Extremadura
El próximo gobierno de Extremadura está todavía sin resolver a la hora de escribir estas líneas. El PSOE no tiene los apoyos suficientes para gobernar, mientras que el partido popular lo lograría, se obtiene el apoyo de Vox, que le haría llegar a los 33 escaños que supone tomar el bastón de mando de la comunidad extremeña.
Desde el Partido Popular, y según manifestaciones de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, sería el partido más votado el que debería gobernar, en este caso el PSOE. Esta es una postura que no comparte en su partido. Por otro lado, el presidente extremeño, en funciones, Guillermo Fernández Vara no apoyaría la postura del Partido Popular de abstenerse para dar la llave de gobierno al Partido Popular, precisamente porque el PSOE se trata de la lista más votada.
Las elecciones en Extremadura han dejado unos resultados muy igualados, en los que ningún partido obtiene mayoría absoluta para formar un gobierno sin tener que depender de nadie. Un pacto entre PP y Vox haría posible esta suma para poder gobernar, y si en la sesión de investidura que tendrá lugar en pocos días el partido del Núñez Feijóo se abstuviera, el actual presidente podría revalidar su cargo, ya que tendría mayoría simple.
Por otro lado, algunos miembros del partido socialista darían su apoyo a la lista de Guardiola si se abstienen. Lo que es cierto es que el panorama es bastante confuso, y al no haber obtenido ningún partido los votos suficientes para gobernar en solitario, todavía no se sabe con certeza cuál sería la persona destinada a liderar la comunidad extremeña durante los próximos cuatro años.
¿Posibilidad de repetición de elecciones?
El actual presidente en funciones de la comunidad manifestó su deseo de abandonar la política tras los resultados obtenidos en el último domingo de mayo y regresar a su actividad como médico forense. Sin embargo, cambió de opinión para tratar de volver a presidir la comunidad e impedir que un gobierno formado por el bloque de derechas fuera la encargada de gobernar Extremadura.
La posibilidad de repetición de elecciones es algo que tampoco resulta muy descabellado. Si la candidata del Partido Popular niega el voto al candidato socialista, y este repite la jugada con respecto a María Guardiola, la celebración de nuevas elecciones en nuestra comunidad podría ser un hecho.
En todo caso, es algo que se trataría de impedir, ya que los comicios convocados por Pedro Sánchez para el 23 de julio complican mucho la situación y podría tener un efecto contraproducente en el ánimo del electorado extremeño.
El cambio de tendencia es una realidad
Si hay algo que no se puede negar es que el cambio en el sentido del voto de los extremeños es una realidad. Todavía se sigue confiando en el partido socialista, que ha gobernado la comunidad desde sus primeras elecciones autonómicas.
Sin embargo, parte del electorado ha ido confiando el voto de manera progresiva en los populares, hasta prácticamente igualar el número de votos y conseguir los mismos escaños que los socialistas.
Este cambio de sentido es un reflejo de lo que ha ocurrido a nivel nacional, donde el Partido Popular logra liderar suficientes comunidades autónomas y tiene mayor número de votos que otras formaciones en gran parte de las provincias españolas. Por tanto, a nadie sorprende que este cambio de sentido se haya materializado en una comunidad históricamente socialista como es la de Extremadura.
Quizás sea pronto para analizar este cambio de sentido en cuanto al voto de los extremeños, pero bien es cierto que puede deberse a que quizás no se haya podido aprovechar todo el potencial de tener al partido que gobierna en España de las mismas siglas que el que gobierna en la comunidad.
El olvido histórico que sufre Extremadura puede haber mermado o colmado la paciencia de muchos extremeños, que han cambiado el sentido de su voto hacia los populares, con la esperanza de conseguir mayor visibilidad, además de poner en marcha infraestructuras muy necesarias para el desarrollo de la región. En todo caso, las incógnitas todavía siguen en todo lo alto, porque la sesión de investidura podría ser como máximo el 18 de julio, cinco días antes de los comicios generales convocados por Sánchez.